Cansada de la apatía de la gente que me rodea y que empieza a impregnarme.
Cansada de los malos modos y de la falta de buenas maneras.
(Que aun no me impregnan pero hacen mella).
Cansada de que me reduzcan a un “tengoque” imposible de cuadrar dentro de la planificación semanal.
O lo que es peor! que sea yo la que reduzca a meros “tengoques”, placeres personales.
Estoy cansada de intentar pasar desapercibida para evitar en lo posible ataques injustificados.
(Nada atenta más contra la tranquilidad de otro que tener que lidiar con lo “anormal” y frente a eso por lo visto lo mejor es “atacar” que es barato y se lleva por la mano!).
Cansada de explicaciones innecesarias y reproches inmerecidos.
(La inseguridad de algunos merma la libertad de los otros. Maldición! no sé porqué demonios me tengo que andar con circunloquios!. Con “los otros” me refiero a mi!..... y con lo de “anormal” también!).
Me levanto cansada solo de pensar que mi vida es un compendio de “tengoques” imposibles de satisfacer y con la satisfacción insatisfecha de saberme una más de los que hacen frente al torbellino de “tengoques” laborales, sociales, y personales que pueblan esta sociedad competitiva y materialista.
Quiero darme el gusto de levantar el teléfono por el mero placer de escuchar tu voz y saber de ti, no porque “tengaque” decirte algo. Quiero que sepas que no permitiré quedes reducido a un “tengoque” cualquiera. Porque no te lo mereces. Y para el caso, yo tampoco.