
Edward Lorenz. El olor a parafina. La resistencia del vidrio. El carboncillo trazando caminos en el vasto espacio de la imaginación. Esbozos de ideas. La temperatura ideal para soldar. El mimo en el transporte para no quebrar la obra….. Fue cruzar el umbral de la exposición y una concatenación de pensamientos tomaron por asalto los pasillos de mis recuerdos.
La exposición a la que me refiero no es otra que la de Alphonse Mucha en el espacio Caixa Forum de Barcelona. El Sr. Mucha (1860-1939) es uno de mis artistas preferidos. Su obra es un exquisito homenaje al detalle y al buen gusto. Sus trabajos, el resultado del equilibrio perfecto entre lujo, hedonismo, erotismo y fantasía. No fui consciente de cómo, el ver la magnífica exposición que
Edward Lorenz, padre de la teoría del caos, mostró en 1972 en su estudio titulado "Predictibidad" cómo pequeñas acciones pueden provocar grandes cambios en lo que pasó a ser conocido como el “Efecto mariposa”. 36 años después, en noviembre de 2008, la visión de un lirio de Mucha desencadenaba en mí la añoranza convulsa del periodo de mi vida que iba de 1988 hasta 1997 cuándo Jordi y esta servidora creábamos (la foto que encabeza este post es creación nuestra) y restaurábamos pequeñas obras de arte en vidrio emplomado. Cómo dice un amigo (en su post “Amores eternos”) “Si al llegar al infierno el diablo me permitiera revivir algún periodo de mi vida, creo que elegiría esos años”.