martes, 19 de mayo de 2009

Adiós Mario.


Tengo una soledad
tan concurrida
tan llena de nostalgias
y de rostros de vos
de adioses hace tiempo
y besos bienvenidos
de primeras de cambio
y de último vagón.

Tengo una soledad
tan concurrida
que puedo organizarla
como una procesión
por colores
tamaños
y promesas
por época
por tacto
y por sabor.

Sin temblor de más
me abrazo a tus ausencias
que asisten y me asisten
con mi rostro de vos.

Estoy lleno de sombras
de noches y deseos
de risas y de alguna
maldición.

Mis huéspedes concurren
concurren como sueños
con sus rencores nuevos
su falta de candor
yo les pongo una escoba
tras la puerta
porque quiero estar solo
con mi rostro de vos.

Pero el rostro de vos
mira a otra parte
con sus ojos de amor
que ya no aman
como víveres
que buscan su hambre
miran y miran
y apagan mi jornada.

Las paredes se van
queda la noche
las nostalgias se van
no queda nada.

Ya mi rostro de vos
cierra los ojos
y es una soledad
tan desolada.

Rostro de vos. Mario Benedetti.

5 comentarios:

Jose Antonio dijo...

Cuando los Maestros nos dejan pasa esto.

Saludos Cordiales

VolVoreta dijo...

(La imagen es preciosa.)

Mientras leía la poesía he imaginado tu rostro...deslizándose por tu mejilla rodaba indecisa una gota de agua cristalina que salida de un rincón de la memoria, fué a caer justo sobre la B del teclado...

Te dejo un Beso.

Unknown dijo...

Guau Volvo....

Unknown dijo...

gran escritor

Gonzalo dijo...

Que viva tambien la poesía!.

otro (este sin rodeos) beso.