jueves, 16 de octubre de 2008

El árbol de la Ciencia.

-En mi tiempo pasaba lo mismo- dijo Iturrioz-. Los profesores no sirven más que para el embrutecimiento metódico de la juventud estudiosa. Es natural. El español todavía no sabe enseñar; es demasiado fanático, demasiado vago y casi siempre demasiado farsante.
Los profesores no tienen más finalidad que cobrar su sueldo.
-Además falta disciplina.
-Y otras muchas cosas. Pero bueno, ¿tú que vas a hacer?. ¿No te entusiasma visitar?.
-No.
-¿Y entonces qué plan tienes?.
-Plan personal?. Ninguno.
-Demonio. ¿Tan pobre estás de proyectos?.
-Sí, tengo uno: vivir con el máximo de independencia. En España en general no se paga el trabajo, sino la sumisión. Yo quisiera vivir del trabajo, no del favor.
(Diálogo entre Andrés Hurtado y su tío Iturrioz).

El árbol de la Ciencia (de lectura obligada en mi específica de Literatura Castellana), es la
obra más representativa de Baroja y algunos críticos la consideran como la novela más significativa de la Generación del 98.
La novela cuenta la vida de Andrés Hurtado en orden cronológico en un relato lineal y cerrado. Es casi una autobiografía del autor, la acción se desarrolla en los mismos años en que Baroja fue estudiante y médico rural. Cuando era estudiante del sistema educativo, los profesores le decepcionaron.

"Tenía Andrés cierta ilusión por el nuevo curso, iba a estudiar Fisiología y creía que el estudio de las funciones de la vida le interesaría tanto o más que una novela; pero se engañó, no fue así.
Primeramente el libro de texto era un libro estúpido, hecho con recortes de obras francesas y escrito sin claridad y sin entusiasmo, leyéndolo no se podía formar una idea clara del mecanismo de la vida [..] Luego, el catedrático era hombre sin ninguna afición a lo que explicaba [..]
Era imposible que con aquel texto y aquel profesor llegara nadie a sentir el deseo de penetrar en la ciencia de la vida. [..] Hurtado tuvo una verdadera decepción. Era indispensable tomar la Fisiología como todo lo demás, sin entusiasmo, como uno de los obstáculos que salvar para
concluir la carrera".

Pd;
Querido Dios, serías tan amable de aflojar la presión de mi cuello? Te recuerdo que debes "apretar pero NO ahogar"!!. O es con Murphy con quién he de hablar?. Coño Murphy!! Que no he pedido sopa!! LLévate las dos tazas, anda!!.

4 comentarios:

Anónimo dijo...

¡Cuántos libros de "lectura obligatoria" a los 14 años deberíamos volver a recuperar a los treinta y tantos, jo..er!

Suerte que tienes de tenerlos en tus manos en este preci(o)so momento... Un tesoro.

A disfrutarlos, pequeña.

VolVoreta dijo...

Caramba Ana, tú erre que erre... :)

Pero te advierto una cosa, a mí personalmente, me encanta todo esto que nos cuentas ahora (no por el hecho de "fondo" claro!, si no tu forma de hacerlo). además, muy interesante con los enlaces. Gracias.

Progresas más que adecuadamente mi querida alumna.
Un placer venir aquí.
Un abrazote.

Lesmoñjut dijo...

Muy interesante, menos mal que ya dejé de estudiar, uffffff....Saludos

Anónimo dijo...

El placer de leer, solo es comparable al placer de compartir el libro mas querido a la persona más querida
Pregunta ¿existen libros que definan personalidades?
Un beso
Ps: Leer el libro de las trece abuelas