Guillem.

Ya está en casa el nuevo miembro de la Family!!

El día 1 de octubre, a las 12.30h del mediodía (vamos que madrugador, lo que se dice madrugador no va a ser el muchacho) con un peso de 3kg.150gr. y una altura de 50cm, venía al mundo Guillem.

El parto se presentó complicado. Guillem tenía claro por dónde había que salir, abajo –se dijo-, pero nadie le dio instrucciones de cómo debía encarar la situación, si mirando hacia la barriga de mamá o mirando hacia la espalda de mamá, así que después de meditarlo mucho decidió en el último momento mirar hacia la espalda de mamá. - No!! No!! tienes que mirar hacia la barriga de mamá!! Gírate!!- le gritaban mamá, papá y la comadrona. Pero que si quieres!! Él había tomado ya la decisión y a no ser que cambiaran mucho las cosas, no pensaba reconsiderar su postura. (Nunca mejor dicho!). Pero las cosas cambiaron!! Y cómo!! Hicieron poner a su mamá de pié y en cuánto notó cómo la gravedad tiraba de él y las contracciones lo empujaban hacia la “luz”, no le quedó de otra que darse la vuelta sino quería partirse el cuello en su llegada a este mundo. Mientras, a su papá, (muerto de la preocupación) no le quedó de otra que ponerse detrás para sujetar a su valiente esposa no se fuera a venir abajo en una de las dolorosas contracciones (no le pusieron epidural y no podían ayudarla con los forceps no fueran a reventar la maldita variz que le ha estado jodiendo la marrana toooodo el embarazo), y presionar el voluminoso vientre hacia abajo para ayudar a Guillem y a la agotada mamá. Dos horas después los tres pasaban con nota esa dura prueba. Enhorabuena chicos!!.

Después de un tiempo prudencial (qué manía tiene familia y amigos en invadir la habitación de la agotada mamá en cuanto sale de la sala de partos, corcho!! Démosle un respiro!! que lleva doce horas de dolores!!) me presenté a conocer a mi nuevo sobrino. Dormía tranquilito en su cuna hasta que le asaltó el hambre y empezó a reclamar “teta”. Cuándo el diligente papá le pasaba el retoño a la madre, nos percatamos todos que Guillem se había hecho “popó”. Hay que cambiarlo! No va a comer en estas condiciones!!. Venga pues!

Si señores, esta “reportera gráfica” asistió al primer cambio de pañales de Guillem.

Estábamos en ello, cuándo su madre y esta servidora, nos miramos y a una decimos; - Uf! es mucho más complicado limpiar a un varón que a una niña!!. (Hay que tener cuidado con la presión que ejerces en…, con tanto pliegue!. Uf!!). Y salta el padre de la criatura; - Anda ya! es mucho más difícil limpiar a una niña!! – Venga ya!! lo “nuestro” es más fácil!!- exclamamos mi cuñada y yo. – Que no!! lo sabré yo que he tenido que limpiar a Paula (la hermana de Guillem). En esas que a Guillem se le acabó la paciencia (el hambre le acuciaba pobre!) y decidió zanjar la cuestión con un “pipí” para todos!!. Je!

PD; Qué dices tú? Es más difícil limpiar a una niña o a un niño?.