Otro "San Valentín".

- Madre mía, vaya gripazo llevas!.

- Lo dices por los ojos llorosos y la nariz con moquillo?. Es la “alergia”, que me ha vuelto. Porqué te sonríes?.

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Utilizamos la expresión “mecanismos de defensa” para designar los resortes de la conciencia que impiden la penetración de elementos amenazadores procedentes del subconsciente.

Como las defensas psíquicas apuntan contra elementos del subconsciente catalogados de peligrosos y que, por lo tanto, tienen vedado el paso a la conciencia, así las defensas físicas se orientan contra enemigos “externos”, llamados agentes patógenos o toxinas.

El sistema inmunizador del cuerpo produce anticuerpos para combatir los antígenos (sustancia extraña, generalmente una proteína, que es capaz de estimular el sistema inmunizador), con lo que proporciona una defensa contra invasores hostiles.

Hay ciertas personas que se dejan impresionar de tal modo por este subjetivo señalamiento de enemigos que esta defensa, - en si encomiable-, se desorbita; somos los llamados “alérgicos”.

Defender equivale a rechazar. El polo opuesto es amar. En el amor, el ser humano abre barreras y deja entrar algo que estaba fuera de ellas. Allí donde ponemos una barrera rechazamos y donde quitamos la barrera amamos.
San Valentín dices?.
Defensas! a sus puestos!.
Nos atacan!!.

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- Lo siento, me ha venido a la cabeza algo que leí hace tiempo, ¿qué me decías?.

- Que porqué te sonríes?.

- Por nada amor, por nada.