martes, 18 de marzo de 2008

Amar en tiempo de gastos.

Se miran. Ella con lágrimas en los ojos y él…….

Hacía tiempo que le tenía robado el corazón, pero las circunstancias no eran propicias. Ella estaba con otro y él era del todo inalcanzable. Por suerte, el tiempo se encarga de poner todo en su lugar y lo que tenía que ser, fue. Su relación era de esas que no te acabas de creer de lo bien que van. Se disfrutaban cada día como si fuera el primero. Para ella, su olor, el tacto, la estabilidad y la seguridad que le transmitía no tenían precio. A él le gustaba su manera de tratarlo y ver cómo perdía "papeles y buenas maneras" cuando la tecnología podía con ella. Hasta cuando tenían sus diferencias era un placer. Miraban dónde estaba el problema (esos roces inevitables que conlleva la convivencia) y le ponían solución, sin gritos, ni cabreos, aprendiendo de los errores. Así era de perfecto hasta que ella, después de mucho meditarlo, decidió cambiar de trabajo. Y lo que parecía imposible, dejó de serlo. Se distanciaron. Con el nuevo trabajo ya no podía pasar tanto tiempo con él (con suerte se veían los fines de semana) y él, que empezó a sospechar que había otro, no acaba de entender qué demonios pasaba. Hoy -con los ojos anegados en lágrimas- se ha sentado con él y se lo ha explicado.

- Por cuestiones de trabajo no voy a poder estar contigo y se me parte el corazón ver cómo desaprovechas tu vida esperándome. Aún eres joven y siempre has dicho que querías niños. Sé de una chica joven con dos niñas pequeñitas que te va a querer con locura ….Maldición!. Si!, hay otro, es nuevo y me lo ha puesto la empresa, pero no te llega ni a la suela de los neumáticos!. Y no te lo digo para justificarme, te juro que es cierto!. Él tiene la dirección durísima y un triste aire acondicionado, tú tienes climatizador. Sus retrovisores son manuales! (los tuyos son eléctricos) y tiene el asiento más incómodo en el que me he sentado nunca, por no hablar del volante!, demasiado fino y resbaladizo!. Tú, en cambio, vas de lujo, me abrazas que da gusto, respondes justo como yo necesito y me encanta eso que haces con la carcasa del retrovisor para llamar mi atención. Él no luce todas esas pequeñas marcas que te diferencian del resto y que te han ido apareciendo con el tiempo. (Tiempo que hemos pasado juntos). Si mi economía me lo permitiera, te mantendría conmigo. No sabes cómo lo siento amor.

No llora por él, lo deja en buenas manos. (En las mejores) Es que lo va a echar terriblemente de menos. Ya lo echa de menos.



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